Cada aseguradora tiene detalles diferentes, incluso dentro de la misma aseguradora, las diferentes pólizas pueden variar en ciertos puntos. Pero el proceso, en general, es siempre el mismo. Todas las aseguradoras tienen formatos especiales que deben ser llenados y firmados, algunos por el paciente y otros por el cirujano. Visita a tu cirujano para que los llenen en conjunto, o bien se los puedes enviar por vía electrónica para que complete las hojas que le corresponden y que después puedas pasar por ellas y entregarlas a la aseguradora. El proceso de aceptación suele tardar entre una y dos semanas. Recuerda que las diferentes aseguradoras tienen distintas restricciones, es importante que antes de someter esos formatos a revisión para programar la cirugía, leas toda la información pertinente. También recuerda que algunas pólizas piden tiempo de espera para algunos procedimientos quirúrgicos, que puede ser de entre 6 meses y 2 años. Revísalo antes de iniciar el proceso. Finalmente, otra alternativa es operarte por reembolso, en cuyo caso, no hace falta llenar ningún formato, inicialmente, te operas con tu cirujano de confianza, cubriendo todos los gastos, y posteriormente, con los todos los recibos y facturas, puedes solicitar que la aseguradora te reembolse lo que gastaste en tu cirugía, incluyendo los estudios preoperatorios, honorarios, hospital y medicamentos postoperatorios.

Si tu cirujano de confianza no pertenece a la red de médicos de tu aseguradora, eso no representa problema alguno, siempre y cuando el cirujano acepte los tabuladores de la compañía de seguros.

Podemos operar en cualquier hospital de grupo Ángeles, así como en los hospitales ABC. Sin embargo, por cuestiones logísticas, actualmente ya solo operamos en: Hospital Ángeles Metropolitano, Ángeles Universidad, Ángeles Pedregal, en el hospital Trinidad (en la colonia Roma), y en Moras Medical Center (Colonia del Valle, CdMx).

Siempre que te operes, tu cirujano te entregará todos los detalles sobre los cuidados que debes seguir en el postoperatorio. Sin embargo, para cirugía de nariz, estos son los puntos básicos:

Dieta normal.

Reposo relativo (no estés todo el tiempo en cama, pero evita grandes esfuerzos).

Aseo normal (manos, dientes, etc. Puedes bañarte normalmente, solo evitando mojar el vendaje de micropore de la nariz).

Es normal: Dolor en nariz, garganta e incluso oídos, fiebre ligera, “moretones” o inflamación en la nariz y ojos, manchar la bigotera, escupir coágulos. Hay que cambiar la bigotera cada vez que esté ya muy sucia.

Evitar: Exposición prolongada al sol, esfuerzos físicos intensos, mojar el vendaje de micropore.

Acudir siempre a tu cita de revisión, idealmente NO en ayunas.

Siempre que te operes, tu cirujano te entregará todos los detalles sobre los cuidados que debes seguir en el postoperatorio. Sin embargo, para cirugía de garganta, estos son los puntos básicos:

Dieta blanda, pero incrementar la consistencia de los alimentos conforme la garganta lo tolere. Abundantes líquidos HELADOS. Evita cítricos y picante los primeros días.

Reposo relativo (no estés todo el tiempo en cama, pero evita grandes esfuerzos).

Aseo normal (manos, dientes y baño). Evita el uso de enjuagues orales

Es normal: Dolor en garganta y en oídos, fiebre ligera, escupir coágulos y “sanguaza”. Cuando se retiran las “anginas”, el dolor suele ser intenso los primeros 4-6 días.

Evitar: Exposición prolongada al sol, esfuerzos físicos intensos.

Acudir siempre a tu cita de revisión, idealmente NO en ayunas.

Los avances tecnológicos y científicos, así como nuestro entendimiento del cuerpo humano, han hecho que los riesgos de todas las cirugías se reduzcan considerablemente. Actualmente, miles de personas se operan todos los días, sin la presencia de complicaciones. Sin embargo, es de suma importancia recordar que la posibilidad de complicaciones durante y después de la cirugía, está siempre latente. Es muy raro, pero siempre se encuentra presente el riesgo de hemorragia, infección e incluso muerte. Por eso es indispensable tener los estudios preoperatorios con anticipación, para poder disminuir esos riesgos a lo mínimo posible. Pero no debes preocuparte, recuerda que tu cirujano y tu anestesiólogo, así como todo el equipo que les apoyan en quirófano, son profesionales de la salud con amplia experiencia en este tipo de tratamientos.

Mucha gente piensa que el tabique es la parte externa de la nariz. En realidad, el tabique (o séptum) es la lámina que divide la nariz en fosa izquierda y derecha. Por lo tanto, la forma externa de tu nariz puede o puede no verse alterada con una cirugía de tabique, dependiendo de lo que se le haga durante la cirugía y si el tabique estaba contribuyendo a una desviación de la pirámide nasal.

Muchos pacientes preguntan si pueden viajar después de una cirugía. Lo recomendable es que no lo hagan durante al menos una semana. Existen dos motivos para esto: Si bien no se espera que se presenten complicaciones, estas pueden aparecer, y es más probable que aparezcan en los primeros días posteriores a la cirugía, y no es buena idea estar lejos de tu cirujano si esto ocurre. Por otro lado, en la otorrinolaringología operamos oídos, nariz y garganta, y en los tres casos, puede llegar a comprometerse la función de una estructura conocida como “Trompa de Eustaquio”, que comunica los oídos con la nariz y la garganta. Con los cambios de altura, y, por lo tanto, de presión atmosférica, la mala función de la trompa de Eustaquio puede provocar un intenso dolor en los oídos.

El tiempo de recuperación es variable, dependiendo del tipo de cirugía y de la manera en que los tejidos sanan. En general, para cirugías de otorrinolaringología, se recomienda reposo los primeros 4 o 5 días, actividad leve hasta el día 10 y vida normal a partir de la segunda semana. Muchos pacientes que no quieren dejar de trabajar, deciden operarse en jueves o viernes, para aprovechar el fin de semana, y regresar a trabajar el lunes o el martes. Esto es posible sobre todo en cirugías de garganta, pero se puede hacer también en cirugías de nariz cuando no se generaron moretones o inflamación en los ojos. Y por supuesto, es solo posible si el trabajo es de oficina, si no requiere esfuerzos físicos ni exposición al sol.

El nivel de dolor de todas las cirugías depende de manera importante del umbral que cada persona tenemos al dolor. En exactamente la misma cirugía, hay pacientes que ni siquiera necesitan tomar medicamento analgésico, mientras que otros requerirán dosis altas de analgésico durante 5 a 8 días. Depende también del tipo de cirugía que se realice, pues por ejemplo, en una cirugía de nariz en la que no es necesario fracturar el hueso, el dolor será mucho menor, o en una cirugía de garganta en la que se quitan las amígdalas, el dolor se incrementa considerablemente.

La mayoría de las cirugías que realizamos están encaminadas a corregir trastornos respiratorios inducidos por el sueño, incluyendo ronquido y apnea. Es importante recalcar que NO TODOS LOS PACIENTES SON CANDIDATOS PARA CIRUGÍA, el otorrinolaringólogo especialista en trastornos de sueño, podrá decidir si eres o no candidato para cirugía, de acuerdo con toda la información que pueda recabar mediante tu historia clínica, la exploración física y estudios que se hagan. Si eres candidato para cirugía de sueño, entonces existe una alta posibilidad de que tu ronquido desaparezca, o al menos que se reduzca considerablemente, al grado de no representar ya una molestia. Lo mismo pasa con las apneas de sueño: si sabemos de antemano que la cirugía no eliminará las apneas, es mejor no recomendar el tratamiento quirúrgico. Sin embargo, en pacientes seleccionados, las apneas pueden llegar a desaparecer, aunque pueden regresar si subes de peso o simplemente por la flacidez de tejidos con el paso de los años.

NO. Muchos pacientes llegan a comentar que ya tienen un otorrino para operarse, y preguntan ¿Qué es lo que tienen que hacerme? Para decirle a mi otorrino que me lo haga. Cuando hablamos de cirugía de sueño, es indispensable recordar que se trata de una subespecialidad independiente, es una serie de conocimientos y habilidades que tienen que aprenderse DESPUÉS de ser ya un otorrino graduado. Por lo tanto, no, no cualquier otorrino está capacitado para hacer cirugía de sueño. Si tu problema es respiratorio del dormir, asegúrate de que tu otorrino tenga también la especialidad en medicina de sueño.

El CPAP (Presión Positiva Continua de la Vía Aérea) es el tratamiento de primera elección en los trastornos respiratorios inducidos por el sueño. En pacientes bien seleccionados, la cirugía puede llegar a eliminar la necesidad de usar este tipo de aparatos. Pero muchas veces, el objetivo de la cirugía NO es quitarlo, sino favorecer su uso. Si tienes dudas al respecto, pregúntale a tu otorrinolaringólogo especialista en trastornos de sueño.